(Ansol).- La cooperativa Galletti, que produce tallarines y grisines, es, para la capital de Santa Fe, una marca emblemática.

Norberto Clebot, presidente de la empresa, habló con César Malato en el Micro de la Economía Social y Solidaria y recordó los duros momentos que atravesaron los exempleados, las protestas en al Ruta 11, y contó cómo hicieron para resurgir y crecer.

Después de ser 27, llegaron a ser 35 gracias a haber superado el miedo a ponerse en el mostrador, quedarse con el edificio, con las máquinas y la marca.

«Tranformarse en asociado, directivo y dueño de la empresa es un cambio de mentalidad muy grande porque hay que empezar a tomar decisiones, pero hoy estamos muy bien», contó Clebot.

Clebot reconoció que no le gustaba la idea de cortar una ruta porque él se ocupaba de los viajes de larga distancia, pero identificó como un paso clave para alcanzar la autogestión y mantener los puestos de trabajo.

Galletti tuvo un tránsito poco traumático porque los empresarios estaban de acuerdo con que los trabajadores se quedaran con la empresa.

«Nosotros tenemos una gran ventaja en que la empresa no dejó de funcionar y porque conocíamos el movimiento y a la gente. Los clientes siempre creyeron en nosotros y cumplieron con los pagos, por lo que pudimos seguir vendiendo en Santa Fe, Corrientes, Tucumán, Misiones y Córdoba», detalló el presidente de la empresa.

Galletti produce más de 500 bolsas de harina semanales; su fuerte es la panificación para rebozador y grisines.

Hoy lo que cambió es la incidencia de los costos de tarifas, ya que no tienen gas natural y tienen altos costos de gasoil y de electricidad: desde dos meses atrás pasaron de 100 mil pesos mensuales a 195 mil.