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«Trabajamos en la complementación de la economía solidaria argentina con la ecuatoriana»

(Ansol).- Desde el Centro de Estudios en Economía Social venimos abordando el análisis de las experiencias en nuestro territorio, pero tratando de poner otro lente para mirar esas realidades. Ese lente tiene que ver con apreciar lo que viene pasando en países latinoamericanos o en el país vasco o en la región de Trieste, Italia. Hay experiencias muy destacadas de las que esperamos aprender.

Del país vasco venimos aprendiendo la integración entre el cooperativismo de trabajo y el de consumo. Ambas figuras participan de la gestión de la cooperativa en forma integrada. Eso le da una potencia de crecimiento que no tiene si los asociados son exclusivamente trabajadores o exclusivamente consumidores, porque la reciprocidad en algún momento se rompe: o cuando los trabajadores son empleados en relación de dependencia en las cooperativas de consumo o cuando los consumidores se van al mercado.

En Trieste estamos estudiando las cooperativas sociales, que están destinadas a prestar servicios de proximidad y que se constituyen para incluir a grupos vulnerables por medio del trabajo. En nuestro país están en proceso de maduración, por eso estamos aprendiendo del caso de Italia.

De Ecuador es de donde más hemos aprendido, porque venimos trabajando desde hace seis años. Diagramamos un proceso de capacitación virtual por el cual integrantes de organismos públicos tomaron contacto con nuestros cursos. Hacemos algunas instancias presenciales en Quito.

De ese proceso, por el cual también nos acercamos a la Universidad Politécnica Salesiana de Quito, surgió la necesidad de hacer un encuentro binacional. Hicimos un proceso de acercamiento de cooperativismo de ahorro y crédito de Ecuador, que allá le llaman economía popular y solidaria. Desde 2012 tienen una legislación de avanzada que responde a la realidad del país, en el cual la mayor parte de la población realiza trabajos en el campo de lo que aquí denominamos economía popular. La intención de la legislación es llevar a ese sector a un crecimiento en forma asociativa. Así esperan crear iniciativas colectivas de economía solidaria.

No tienen una gran experiencia en cooperativismo de trabajo. En Argentina tenemos una experiencia muy fuerte que se realzó a fines del siglo pasado con las empresas recuperadas por sus trabajadores. Ellos todavía tratan de entenderlo. Sin embargo, sí tienen organización comunitaria.

Ahí se da una importante complementación. Nuestro cooperativismo de crédito y ahorro se redujo fuertemente durante la última dictadura. Hoy hay un solo banco cooperativo y pocas cajas de ahorro. En Ecuador, estas cooperativas le dan asistencia financiera a todo el sistema asociativo. En esta etapa están orientando esos instrumentos financieros para la incubación de cooperativas de trabajo.

Cooperativistas argentinos acompañan el desarrollo de estas cooperativas de trabajo en Ecuador, mientras aprenden, por ejemplo, de lo financiero.