(Ansol).- Luego de la concentración en Plaza de Mayo realizada ayer y convocada por la CGT, el referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular Gildo Onorato dialogó con esta agencia de noticias respecto del panorama político, económico, social y sindical.

«La movilización había sido convocada por una problemática general sobre el trabajo. Fue contundente y heterogénea. El discurso de Juan Carlos Schmid (uno de los secretarios generales de la CGT) abarcó los principales temas de la actualidad: el pedido de aparición con vida de Santiago Maldonado, la condena al terrorismo, a cualquier intento de intervención armada en América Latina, la asunción de la agenda de los movimientos populares -emergencia social y alimentaria-, los problemas de lso trabajadores sindicados -pérdida de poder adquisitivo del salario, del empleo, de las importaciones, la inflación-. Expresó el heterogéneo espectro de la realidad laboral», analizó Onorato.

Desde su perspectiva, el gobierno está intentando construir estigmatización de los sectores que se le oponen para cumplir el plan que le exigen los organismos financieros internacionales: destruir la sindicalización y modificar el régimen laboral y su sistema de representación.

En respuesta, la tarea de la Ctep, indicó, será fortalecer la agenda de la CGT, porque «es en la unidad y luchando donde podemos lograr las mejores consecuencias para los trabajadores», y agregó que donde la CGT no tiene acciones, la Ctep construye su propia agenda y obtiene leyes y respuestas concretas para el sector que representa.

Onorato hacía referencia, por ejemplo, a la Emergencia Alimentaria, que la Confederación instaló en agenda por el bajo peso de los niños y problemas en la nutrición, aumento de demanda alimentaria y a la plena implementación de la Emergencia Social.

En ese sentido, informó: «Exigimos que en los meses que quedan se ejecute el presupuesto asignado a todo este año. Ha crecido la demanda en cada una de las problemáticas. Tenemos millones de trabajadores que generan su propia fuente de ingresos y la ley les permite obtener un salario social complementario. Al día de hoy se aplicó menos de la mitad del presupuesto de lo que debería haberse ejecutado».

Además, el plan de lucha de los trabajadores de la economía popular efectivizó este año la pelea por la integración urbana de los más de 4100 barrios populares del país.

Según palabras del militante, la mayoría de estos barrios se creó desde el 2010, y como habitantes de nuestra patria sin acceso al transporte público, al gas, al agua potable, a la electricidad, en coordinación con Cáritas y Techo, el sindicato de la economía popular logró el reconocimiento a la vivienda familiar, que las hace poseedoras de un reclamo mayor ante el gobierno para cumplir su derecho.