(Ansol).- El tradicional derecho de guardar semillas para la producción del año próximo está en riesgo en la nueva legislación sobre los derechos del productor sobre las simientes, según los pocos indicios que dio el ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile.
“La negociación se está haciendo de manera secreta, el anteproyecto no es público y a diferencia de los años anteriores no se filtró ningún borrado. En base a discusiones que se dieron desde el 2012 para acá, sabemos de dónde viene la modificación y sabemos lo que las empresas está pidiendo: el debate está centrado fundamentalmente por el uso propio, o sea, la posibilidad de guardar semillas sin pedir permiso ni pagar regalías”, dijo a Ansol Tamara Perelmuter, de la Multisectorial contra la Ley Monsanto de Semillas.
En este sentido, la ley vigente desde 1973, sanciona en su artículo 27 que “no lesiona el derecho de propiedad quien reserva y siembra semilla para su propio uso”.
Ese artículo se encuentra en discusión desde hace años por empresas ligadas a la venta de semillas de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), especialmente la norteamericana Monsanto, que obligan a los productores a firmar contratos que dan por tierra al artículo 27 y exigen el pago de regalías a cada cultivo, hayan o no comprado nuevamente la semilla.
“La Ley de Semillas regula todo lo que tiene que ver con el comercio, certificación de todo tipo de semillas y el derecho de obtentor. Lo que hace Monsanto es hacer contratos de manera privada, que obligan a los productores no sólo a pagar regalías sino con quién deben acopiar la producción, cuánta cantidad; etc. Estas regalías aparecen en estos contratos bilaterales, que son denunciados por organizaciones, porque están fuera de la ley”, advirtió Perelmuter.
Si bien no hay plazos reconocidos oficialmente, las organizaciones ambientalistas y de organizaciones de productores señalan que ya está prácticamente acordado el proyecto de Ley y que sería aprobado, ya sea en el Congreso o por decreto, en el mes de agosto.